El poliamor y la relaciones abiertas ya no son un secreto en la sociedad actual. Jóvenes y no tan jóvenes lo comentan en las tertulias de amigos, de trabajos o familiares. Lo primero que se sabe de ellas es que contravienen las ideas tradicionales sobre las que se instituyó la sociedad; como la unión de parejas monógamas. O sea, la de un hombre y una mujer. Estas nuevas relaciones poliamorosas nos recuerdan a las comunidades árabes-mulsumanas de un hombre con varias esposas; sin embargo no son lo mismo.

Poliamor y relaciones abiertas ¿en qué consisten?

Poliamor y relaciones abiertas
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Niurka Villavivecencio es Psicólogo Clínico y puntualiza al respecto que el poliamor «es un tipo de relación monógama en la que no hay exclusividad sexual y/o afectiva, donde las persona involucradas pueden tener más de un vínculo, que no sea solamente sexual; porque pueden estar unidos afectivamente o ser una unión sexo-afectiva».

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Agrega la especialista que uno de los principios de esta forma de relación (el poliamor) es que «nadie es propiedad de nadie y el amor se puede dar o recibir, porque no tiene límites». Pero precisa Villavicencio, que estas relaciones son iguales en complejidad a las monógamas porque demandas la gestión psico-afectiva entre los amantes. Además, donde los «valores del compromiso, confianza mutua, comunicación sincera, libertad y los cuidados necesarios».

Diferencias del poliamor y las relaciones abiertas

El poliamor y las relaciones abiertas tienen un lugar común, que es la unión entre varias personas, rebasando la norma monogámica. Explica Villavicencio que, además, «las relaciones abiertas parten del supuesto de que sus integrantes saben que su pareja puede tener otras relaciones, pero existe un acuerdo que es: ni in preguntar ni decir». Lo que significa que la identidad de esas otras parejas permanecerá oculta.

En el poliamor las relaciones deben entablarse de forma simulatánea. Enfatiza la psicóloga que, en este caso, «hay jerarquías de dos tipos: una donde hay una pareja preferente, que generalmente es la pareja monógama, que decide irse al poliamor; y otra donde todos tenemos la misma libertad, la misma atención y comprensión».

Es así como en el poliamor existe la creencia de «poder enamorarse de múltiples personas, y hacer de esto una convivencia con múltiples acuerdos». Pero en las relaciones abiertas ocurre que, una de las parejas de la unión monógama, busca vínculos solo sexuales fuera de la pareja monógama, «mientras siguen teniendo su relación normal entre comillas, en su condición emocional como pareja vital»; concluye la Psicólogo Clínico, Niurka Villavicencio.

En las relacionas poliamorosas los celos no son la excepción, saber gestionar las emociones como los celos es el «reto más grande a los que se enfrentan la relaciones diferentes a las monógamas». Al punto de socavar de forma total la unión poliamorosa de sus integrantes.

Fuente: María Laura García: Radio

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