La flor de lavanda, con su aroma característico y relajante, ha sido utilizada durante siglos en diversas culturas por sus propiedades medicinales. Esta planta aromática, perteneciente a la familia de las labiadas, es rica en compuestos activos que le confieren una amplia gama de beneficios para la salud. Una de las formas más comunes de aprovechar sus propiedades es a través de infusiones.
¿Por qué beber infusión de lavanda?
La infusión de flor de lavanda se ha ganado un lugar destacado en la medicina tradicional y cada vez más en la medicina complementaria debido a sus múltiples beneficios para la salud. Entre los más destacados se encuentran:
- Relajación y reducción del estrés: El aroma y los compuestos de la lavanda tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso central, ayudando a reducir la ansiedad, el estrés y la irritabilidad. Es por ello por lo que se recomienda tomar una taza de infusión de lavanda antes de dormir para favorecer un sueño reparador.
- Mejora de la calidad del sueño: La lavanda actúa como un suave sedante natural, promoviendo la relajación y reduciendo los problemas de insomnio.
- Alivio de dolores de cabeza y migrañas: Las propiedades analgésicas y antiinflamatorias de la lavanda pueden ayudar a aliviar el dolor asociado a migrañas y tensiones musculares.
- Mejora de la digestión: La infusión de lavanda puede ayudar a aliviar problemas digestivos como cólicos, espasmos estomacales y náuseas. Además, tiene propiedades carminativas, lo que significa que ayuda a reducir la formación de gases.
- Propiedades antibacterianas y antifúngicas: Algunos estudios sugieren que la lavanda posee propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que puede ser útil para tratar infecciones cutáneas leves.
- Cuidado de la piel: La lavanda se utiliza en productos cosméticos para el cuidado de la piel gracias a sus propiedades calmantes, antiinflamatorias y cicatrizantes.
¿Cómo preparar una infusión de lavanda?
Preparar una infusión de lavanda es muy sencillo. Solo necesitas:
- Flores secas de lavanda
- Agua caliente
- Una taza
Pasos:
- Coloca una cucharadita de flores secas de lavanda en una taza.
- Vierte agua hirviendo sobre las flores y deja reposar durante 5-10 minutos.
- Cuela la infusión y endulza al gusto con miel o estevia.
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Precauciones
Aunque la lavanda es generalmente segura, es importante tener en cuenta algunas precauciones:
- Embarazo y lactancia: Se recomienda consultar a un médico antes de consumir infusión de lavanda durante el embarazo o la lactancia.
- Interacciones con medicamentos: La lavanda puede interactuar con ciertos medicamentos, como los sedantes.
- Alergias: Algunas personas pueden ser alérgicas a la lavanda.
La lavanda en otras formas
Además de la infusión, la lavanda se puede utilizar de otras formas para aprovechar sus beneficios:
- Aceite esencial: El aceite esencial de lavanda se utiliza en aromaterapia para relajarse y reducir el estrés.
- Bolsitas de lavanda: Las bolsitas de lavanda seca se pueden colocar en la almohada para favorecer el sueño o en armarios para perfumar la ropa.
- Baños relajantes: Agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda al agua del baño puede ayudar a aliviar la tensión muscular y promover la relajación.
Fuente: cuerpomente
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