En general, las muestras de sangre incorporan algunos indicadores básicos; entre ellos aparece la hemoglobina corpuscular media, o HCM, como puede verse en algunos exámenes médicos. Con este parámetro se comprueba la concentración de hemoglobina en cada glóbulo rojo para que los resultados sean normales, debe encontrarse entre el 28% y 32%.

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Los exámenes suelen incluir también el diagnóstico de anemia; caracterizada, en la mayoría de los casos, por un déficit de hierro en la sangre. Cuando una persona tiene niveles superiores de hemoglobina por glóbulo rojo, tiene una patología que se conoce como hipercromia. Con este valor se señalan diferentes problemas médicos. Esto significa que los glóbulos rojos contienen una cantidad de hemoglobina superior a la normal y esto puede ser peligroso.

hemoglobina
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Generalmente, en estos casos, los glóbulos rojos presentan un color más fuerte y la afección se denomina «anemia hipercrómica». Entre las causas más probables se encuentran la deficiencia de la vitamina B12 o de ácido fólico.

En general, los altos valores se pueden deber a:

  • Un trastorno llamado policetemia vera, caracterizado por la producción excesiva de glóbulos rojos
  • Haber sufrido quemaduras sumamente graves
  • Padecer cualquier enfermedad pulmonar
  • Deshidratación
  • Tabaquismo
  • Practicar algún ejercicio físico en condiciones extremas

Cuando la hemoglobina es muy baja

Cuando los niveles son más bajos de lo normal, se denomina «hipocromia», que generalmente tiene su origen en la falta de hierro. Esto puede causarlo una anemia hereditaria, conocida en el mundo científico como talasemia; o una intoxicación por plomo.

Actualmente existen muchos tipos de anemia; que de no tratarse, pueden derivar en la ferropénica, entre cuyos síntomas se encuentran: fatiga, debilidad, dolor de cabeza, falta de apetitio, cansancio, aceleración del ritmo cardíaco, entre otros.

De tener alguna complicación o problema, el mejor consejo es acudir a tu médico de confianza.

Con información de: 20Minutos