En el ajetreo de la vida moderna, el estrés se ha convertido en un compañero casi inseparable. Las presiones del trabajo, las obligaciones familiares y los problemas cotidianos pueden acumularse, afectando negativamente nuestro bienestar físico y mental. Sin embargo, existe una herramienta sencilla y poderosa para combatir el estrés: la respiración profunda.
A través de técnicas de respiración específicas, podemos activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación, y contrarrestar los efectos del estrés, que se asocia con la respuesta de «lucha o huida». Estas técnicas son fáciles de aprender y se pueden practicar en cualquier lugar, incluso en medio de una situación estresante.
¿Cómo funciona?
Cuando nos encontramos en situaciones estresantes, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, las cuales aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tensión muscular. Actúa en contra de estos efectos al estimular la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que promueve la relajación.
Al enfocarnos en la respiración profunda, desviamos nuestra atención de los pensamientos y emociones que generan estrés, permitiendo que el cuerpo se calme de manera natural. Además, la respiración profunda ayuda a oxigenar mejor los órganos y tejidos, lo que contribuye a una sensación general de bienestar.

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¿Cómo realizar la respiración profunda para el estrés?
Existen diferentes técnicas de respiración profunda, pero una de las más simples y efectivas es la siguiente:
- Encuentre un lugar tranquilo y cómodo. Siéntese o acuéstese en una posición que le permita relajarse completamente.
- Cierre los ojos y coloque una mano sobre su abdomen y otra sobre su pecho.
- Inhale lentamente por la nariz durante 4 segundos, sintiendo cómo su abdomen se infla como un globo.
- Aguante la respiración durante 2 segundos.
- Exhale lentamente por la boca durante 6 segundos, sintiendo cómo su abdomen se desinfla.
- Repita este ciclo de respiración profunda 4-10 veces.
Es importante concentrarse en la sensación de la respiración, sintiendo el aire entrando y saliendo de su cuerpo. Si su mente divaga, traiga suavemente su atención de vuelta a la respiración.
Lea: Técnica de respiración 6:4 para ayudar a calmar la ansiedad
Incorpore la respiración profunda en su rutina diaria
La respiración profunda no solo es útil para combatir el estrés en el momento, sino que también puede ser una herramienta valiosa para prevenirlo. Se recomienda practicarla durante unos minutos al día, idealmente por la mañana o antes de acostarse.
Con la práctica regular se convertirá en un hábito natural que le permitirá mantener la calma y el control en situaciones estresantes, mejorando su bienestar general y su calidad de vida.

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