El queso Ricotta es un queso fresco de sabor suave que se suele utilizar como ingrediente en ensaladas, bocadillos, pastas, desayunos y postres

Como la Ricotta es un alimento que proviene del lactosuero obtenido en la elaboración de ciertos quesos frescos, tiene algunas características que lo hacen especial y le otorgan también la categoría de requesón. Imagen superior de Studio_Iris en Pixabay

¿Cuál es el origen del queso Ricotta, elaboración e ingredientes?

El origen de la Ricotta es italiano, se cree que su primera elaboración se realizó en Sicilia alrededor del siglo II AC. Desde entonces ha acompañado toda la historia italiana donde en días especiales se elaboran platos tradicionales con queso Ricotta.

El lactosuero que se utiliza para la elaboración del queso Ricotta procede habitualmente de la leche de vaca, aunque también puede obtenerse a partir de leche de oveja, de cabra y también de búfala.

¿Qué es el lactosuero?

El lactosuero es el líquido que se obtiene cuando se están elaborando diferentes quesos como la mozzarella, el provolonne, entre otros. Al añadir la enzima renina a la leche se produce una coagulación, lo que provoca que las proteínas que contiene la leche se separen, es decir que la caseína precipitará y será la base del queso y las lactoglobulinas y albúminas permanecerán en el suero lácteo y éste será usado para la elaboración de la Ricotta.

Para obtener la Ricotta se debe calentar el lactosuero a 80-90ºC y si se desea optimizar el proceso se pueden agregar bacterias lácticas, aunque lo más habitual es el agregado de sal cítrica.

Ricotta
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Características nutricionales

La Ricotta es rica en calcio, vitaminas del complejo B, como la vitamina B12 y también en proteínas de alta calidad biológica. Al proceder del suero lácteo es rica en aminoácidos ramificados (BCAA) como la leucina, la isoleucina y la valina que participan en la recuperación muscular proteica y disminuyen la utilización del glucógeno muscular favoreciendo el rendimiento deportivo, por lo que es una buena opción para los deportistas luego del entrenamiento, en especial si es de larga duración.

El queso Ricotta es recomendable en los niños y adolescentes no solo por su contenido en proteínas de alto valor biológico sino porque su contenido en grasas saturadas y sal es más bajo que en comparación a otro tipo de quesos. Lo mismo ocurre en las embarazadas que podrán consumir la Ricotta siempre que la leche de origen haya sido pasteurizada.

También es recomendable para personas con problemas gastrointestinales que necesitan vigilar la cantidad de grasas y fibra que consumen ya que, por sus patologías de base, estos nutrientes les resultan más difícil de digerir.

Para el adelgazamiento y mejora de la composición corporal, el queso ricotta también es una opción muy interesante, en especial aquellas versiones que han sido desnatados durante el proceso de fabricación ya que de esta manera el aporte energético disminuye considerablemente, conservando las proteínas y el resto de nutrientes. 

Asimismo, los flexivegetarianos y vegetarianos que dejan de consumir carne ven en los quesos frescos como la Ricotta, una opción para completar su alimentación y aumentar el consumo de vitamina B12, calcio y proteínas, por los que los incluyen en diferentes recetas.

Cómo aprovechar la ricotta en la cocina

Ricotta
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La ricotta nos da muchas posibilidades para incluir en nuestra alimentación. Como ya hemos comentado, se puede tomar con dulce o salado, como entrante, en el plato principal o en el postre.

Uno de sus usos más habituales es como relleno de pastas. Raviolis, tortellinis o ñoquis. También se puede incluir este lácteo entre las láminas de un pasticho  o en el interior de canelones. La ricotta y la pasta combinan a la perfección.

También es un buen complemento para pizzas, ya sea como topping o bien extendido debajo de la capa de queso fundida que pongamos en la parte superior. Gracias a su sabor suave, podemos añadirle otros ingredientes más potentes.

Con la ricotta, además, se pueden preparar también postres, como tartas, bizcochos, helados, yogures… Este lácteo dará más densidad al resultado final. Un buen ejemplo lo tenemos en el tiramisú preparado con ricotta.

Por último, destacamos la presencia de la ricotta en ensaladas. Es un acompañamiento muy rico, que le dará un toque muy especial a nuestra preparación y que además apenas aporta calorías o grasas.

Fuente: Alimente

A tu salud…