La rodilla es una de las articulaciones más complejas de la anatomía humana, que se ha adaptado para soportar el peso del cuerpo; asegura la estabilidad y permite su movilidad. También es de las que más sufren el impacto de la actividad diaria.
El crujido es un sonido que puede ser audible no solo para quienes lo experimentan, sino también para otras personas que se encuentren cerca y puede ser causado por un roce exagerado o patológico de las articulaciones de la rodilla, según Alejandro Braña Vigil, jefe de Cirugía del Hospital Central de Asturias.
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La rodilla la componen tres articulaciones: dos femorotibiales y una femoropatelar. Ese crujido puede estar provocado por un problema en la articulación femoropatelar y se forma entre el fémur y la rótula. Sus funciones son facilitar los movimientos de extensión y flexión de la rodilla.
El cuádriceps nos permite extender la rodilla, entrando en juego al subir y bajar escaleraso levantarnos de una silla, además de favorecer un ciclo de marcha adecuado, o mantener una postura estable.
La tibia, el fémur y el peroné forman la articulación de la rodilla y otras estructuras como tendones, músculos y meniscos, además del líquido sinovial, que es una especie de aceite que actúa como lubricante y disminuye el sufrimiento de la rodilla.
Dolor de rodilla
En varias ocasiones, los crujidos son naturales y no implican ningún tipo de problema. Se producen precisamente por la acción del líquido sinovial que forma una especie de burbujas de aire, que cuando estallan son audibles.
«En estas situaciones se lleva la articulación más allá de lo habitual, por lo que cruje por la acción del líquido sinovial. En estos casos, cambiamos de postura o forzamos un poquito la articulación y el crujido no debe ser motivo de alarma, sino algo natural», comentó.
La aparición del dolor es un síntoma de alerta; cuando la rodilla no solo cruje, sino que también se resiente y aparece la inflamación, edemas, hematomas o hinchazones.
Entre otro motivo del crujido de rodilla está la artrosis, es decir, la pérdida de cartílago de la superficie articular, que lleva a la exposición del hueso. En estos casos, suele estar en el compartimiento femorotibial, uno de los tres que forman la articulación.
Claves para atenuar los problemas en la rodilla
- Evitar el sobrepeso y la obesidad
- Evitar el ejercicio de impacto sobre la rodilla
- Mantener un buen equilibrio de la musculatura
