Cualquier protuberancia que se identifica en una consulta médica es motivo de preocupación y de estudios para evaluar su benignidad o malignidad. Los llamados quistes dermoides suelen hallarse en varias zonas del cuerpo como el cráneo, la médula espinal y los ovarios.

El término dermoide refiere que los componentes de los quistes son tejidos, en algunos casos pueden tener componentes de piel, cabellos y dientes. Incluso, podría creerse que se componen de partes del cuerpo para formarse.

El hecho es que estos quistes y, específicamente los quistes dermoides ováricos tienen componentes totalmente orgánicos, es decir, que se originan con partes del mismo organismo. Razón por la cual pocas veces derivan en malignidad.

Imagen de Silvia en Pixabay 

Estos quistes son muy recurrentes y aparecen en más de un 50% de las niñas y mujeres, además de esto se ha demostrado que aparecen constantemente durante la gestación.

¿Cómo identificarlos?

Aunque no se identifican como protuberancias palpables existen algunos síntomas que podemos identificar:

  • Estreñimiento
  • Dolor pélvico
  • Dificultad para orinar
  • Aumento o disminución del apetito

En algunos casos, muy poco comunes sí se manifiestan como bultos palpables en la parte baja del abdomen.

Lea también: Ovarios Poliquísticos: cambios en el estilo de vida que lo mejoran por Dra. Peggi Piñango

Composición de los quistes dermoides

Su origen está en las células germinales que son aquellas que inician la formación del feto. Por alguna razón atípica estas células producen tejido maduro, dientes y uñas que se convierten finalmente en un quiste dermoide.

Estas células atraviesan por las mismas etapas de maduración del feto.

  • Ectodermo: formación de la piel, cabello y dientes
  • Mesoderno: formación de músculo y tejidos
  • Endodermo:vejiga y vísceras

Dado que las células atraviesan los mismos procesos suelen formarse a partir de los mismos componentes.

Posibles complicaciones

Aunque la mayoría de estos quistes son benignos es posible que puedan complicarse por rupturas. En este caso se producen sangrado vaginal abundante acompañado de un dolor abdominal contundente.

Se recomienda la atención inmediata pues puede complicarse y alcanzar el grado de una peritonitis que implicaría otros tratamientos.