El Síndrome de Lázaro, o resucitación automática, es el retorno espontáneo a la circulación luego del cese de la reanimación de un paro cardíaco; esto ha ocurrido después de haberse declarado muerto a un individuo.
Lee también… Arritmias malignas
El primer caso se registró en la literatura médica en 1982; y se dio su nombre en honor a San Lázaro. Es un suceso increíblemente raro. Desde que se describió por primera vez, solo han habido 63 casos.
En 2020 se realizó una revisión exhaustiva de todos los casos publicados, describiéndose las siguientes características:
- Los pacientes tenían la edad de 60 años o más
- Las condiciones que pueden aumentar su probabilidad incluyen hiperpotasemia
- En todos los casos, la reanimación se realizó por 20 minutos o más antes del retorno a la vida.
- De los 63 casos, se observaron signos de vida dentro de los cinco minutos posteriores al cese de la reanimación
La recuperación neurológica de los pacientes, luego de la resucitación, varía ampliamente. Los estudiosos usan la puntuación de la categoría de rendimiento cerebral como herramienta para definir los resultados neurológicos.
Se conoce que aproximadamente el 35% de los pacientes sobreviven a la resucitación automática. Logran recuperarse rápido, para recibir el alta de los médicos; lo que es un porcentaje muy alto, tomando en cuenta que se trata de pacientes declarados muertos.
Registros del Síndrome de Lázaro
El hallazgo refiere que aproximadamente un tercio de las personas sobreviven a la resucitación automática; y se recuperan bien, tras todos los protocolos de reanimación previos a la decisión de declarar la muerte.
Parece existir un gran desajuste entre los estudios de casos publicados sobre el síndrome de Lázaro y la incidencia observada en el terreno médico; esto probablemente esté relacionado con las preocupaciones derivadas de la declaración prematura de la muerte.
Adicionalmente, hay incidentes del Síndrome de Lázaro que no aparecen en la literatura académica, debido a las leyes de privacidad; las cuales requieren del consentimiento de los pacientes o sus familiares, antes de publicar un estudio en la literatura científica.