Un entorno convulsionado o muchos desafíos te van ahogando. De pronto tu pareja o niño te hace una pregunta y estallas gritándole desproporcionadamente. Luego te das cuenta de tu grave error, pero ya es tarde, has lastimado a alguien importante para ti y quien no tiene nada que ver con lo que te agobiaba

Situaciones como esta puedes vivirla y así dañarte y dañar a otros si no aprendes a soltar la rabia. Es preciso que te hagas dueño(a) de tus emociones y no dejes que estas te dominen. Si quieres aprender cómo lograrlo, continúa leyendo.

Soltar la rabia – por Carla Acebey de Sánchez – Imagen superior de Andrea Piacquadio en Pexels

¿Tus emociones te dominan o tienes inteligencia emocional?

Somos seres emocionales, es parte de nuestra naturaleza. ¡Y eso es una bendición! ¿Te imaginas lo aburrida que sería tu vida si sólo sintieras siempre lo mismo? Sin embargo, cultural o socialmente tenemos juicios con respecto a sentir algunos sentimientos.

En mi caso, más que emociones buenas o malas, me gusta hablar de sentimientos que son cómodos y fáciles de llevar o aquellos que son incómodos y por lo tanto no nos agrada sentir. Sin embargo, cada uno de ellos tiene un propósito y un sentido.

Imagen referencial de Andrea Piacquadio en Pexels

En este artículo escribo sobre emociones que a veces nos sobrepasan. Imaginemos que la inteligencia emocional es un músculo y estaremos ejercitándolo. Mi deseo es que dejes de sentirte presa de tus emociones y aprendas a manejarte con ellas. Esto quiere decir que ni le vacíes a otro lo que sientes, ni que las reprimas dentro de tu cuerpo causándote enfermedades.

Cómo soltar la rabia

Empieza reconociendo lo que sientes

Esto significa que tienes consciencia de la emoción que hay en ti y donde se ubica en tu cuerpo. Usualmente estamos tan en la mente que no sabemos lo que nos está ocurriendo. En otros casos, ni siquiera queremos aceptar lo que estamos sintiendo porque tenemos juicios al respecto. Así alguien te dice ¿estás bravo? y es obvio que sí pero respondes: no, todo bien. Por el contrario, si estás alerta de ti, te das cuenta que tienes rabia y respiras profundo, este sentimiento disminuirá un poco.

Imagen referencial de Juan Pablo Serrano Arenas en Pexels

Haz una actividad física y vuelca tu rabia en ésta

Correr, nadar o cualquier actividad que involucre a tu cuerpo, puede ayudarte. Si decides correr por ejemplo, conscientemente decide poner tu rabia en esa actividad. Otra opción es gritar, pero no a otra persona, sino en una montaña, jardín o en tu carro. Si ninguna de estas opciones te sirve, toma un cojín, ponlo en tu cara y grita con todas tus fuerzas. También puedes dar algunos golpes sobre una almohada. Todo esto te hará liberarte de esa emoción sin lastimar a otros.

Imagen referencial de Andrea Piacquadio en Pexels

Desarrolla tu capacidad de enfocar tu mente a elección

A veces cuando estamos en medio de un desafío o un conflicto, desarrollamos una visión de túnel, que significa que sólo vemos ese evento, como si no existiese nada más. En nuestra mente recreamos una y otra vez o lo ocurrido o lo que nos imaginamos podemos decirle a esa persona con la que tenemos el conflicto. Esa idea repetitiva sólo alimenta nuestra rabia.
Cuando actuamos así, perdemos de vista el hecho de que la vida está llena de desafíos y también de bendiciones. En medio de la dificultad, busca experiencias y personas que enriquezcan tu vida, que te alegren. Ojalá seas capaz de agradecer lo bueno que también te ocurre. Incluso ojalá quieras acercarte más a eso bonito en tu vida para poder nutrirte con otras emociones y no quedarte sólo con la rabia.

Si te consideras una persona rabiosa, es tiempo de cambiar esa imagen que tienes de ti

A veces tenemos una confusión entre lo que somos y la forma en que actuamos. Lo que somos no cambia, pero nuestros comportamientos siempre pueden hacerlo. Entonces la idea es definirte con algo positivo reconociendo tu esencia y también la emoción que tienes. Entonces si por ejemplo dices o piensas: soy rabiosa(o), te invito a cambiar eso diciendo: yo soy pacífica(o) y en este momento siento rabia. Puedes pensar que esto no tiene importancia, pero créeme, hace una diferencia. Las palabras tienen peso y la forma como te miras a ti mismo también.

Estoy segura que si practicas estas herramientas, podrás manejar lo que sientes sin dañarte a ti ni trastocar tus relaciones. Vamos, tu puedes mejorar todo!!!

Si deseas leer otros temas o artículos de la autora también puedes visitar carlaacebeydesanchez.com

A tu salud…