La soya o soja es una planta subtropical, oriunda del sudeste de Asia. Este miembro de la familia de los guisantes crece de uno a cinco pies de alto. Forma racimos de tres a cinco vainas, cada una con entre dos y cuatro granos. Éstos granos se conocen como frijoles de soya

La soya o soja, es un alimento básico en los países asiáticos. Ha permanecido vigente en la alimentación durante al menos cinco mil años. En tiempos de la dinastía Chou en China, (1132 – 246 A.C.), se descubrieron técnicas de fermentación que permiten que la soya se prepare en formas más fáciles de digerir. Así, tenemos el tempeh, el miso y la salsa de soja tamari.

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La soya contiene proteínas isaflavonas y fibra. Elementos que se consideran beneficiosos para la salud. Además es una excelente fuente de proteínas dietéticas, incluyendo todos los aminoácidos esenciales.

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También es una fuente de lecitina o fosfolípido; las isoflavonas de soja y lecitina se han estudiado científicamente en numerosas condiciones de salud. Se cree que estas tienen efectos similares al estrógeno en el cuerpo.

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Las fuentes comunes de soja incluyen la tostada verde, harina, tempeh, tofu, yogurt, salchichas, miso y seitán.

Además la harina de soja se encuentra en los embutidos españoles, buñuelos y cubitos de caldo.

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Aunque los alimentos procesados de soya, como las hamburguesas, nuggets, helados y barras de energía, son generalmente altos en proteína, contienen niveles bajos de isoflavonas

En un estudio chino publicado en el medio profesional Menopause, los investigadores evaluaron si los suplementos de soja podrían ser útiles como una alternativa a la terapia con estrógenos. Reclutaron a 90 mujeres posmenopáusicas chinas de entre 45 y 60 años de edad y las asignaron al azár para recibir cada día un placebo: una dosis baja de germen de soja o una dosis alta de germen de soya. Se evaluaron diversas medidas de resultado, incluyendo la frecuencia de los sofocos, antes del tratamiento y nuevamente 12 y 24 semanas después del mismo.

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Los investigadores reportaron que todas las participantes experimentaron una reducción de bochornos debidos a la menopausia después del período de estudio.

Las mujeres que recibieron las dosis bajas y altas de germen de soya experimentaron los mayores beneficios, en comparación con aquellas que recibieron un placebo.

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El equipo de investigación concluyó que la suplementación con germen de soja puede ser beneficiosa para las mujeres que experimentan síntomas de la menopausia. Sin embargo, se necesita más evidencia antes de que se pueda recomendar al germen de soja como una alternativa potencial a la terapia con estrógenos.

La proteína de soja también ha sido investigada por sus potenciales beneficios en otros factores de riesgo, a saber:

  • Enfermedad cardiovascular
  • Reducción de los síntomas de la menopausia
  • Pérdida de peso
  • Artritis
  • Mejora de la función cerebral
  • Mejora del rendimiento del ejercicio.

El consumo alimenticio de la soja podría disminuir el riesgo de cáncer de mama en mujeres y de cáncer de próstata en los hombres, así como de otros tipos de cáncer

Pero, en general, la evidencia de apoyo para el uso de fitoestrógenos como tratamientos para la menopausia, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis (masa ósea débil) y el cáncer es limitada.

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El uso de la fórmula de soya se ha investigado para el tratamiento de la diarrea en los bebés y es una alternativa eficaz y segura a la fórmula de leche de vaca en la mayoría de los bebés. Debido a una escasez de estudios en humanos, no existe actualmente suficiente evidencia para recomendar ni a favor ni en contra el uso de la soja para la reducción de peso.

Con información de: VidaySalud.

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