El sueño segmentado es un patrón de sueño.

Tiene relación con los hábitos de sueño que implican a una persona durmiendo en 2 segmentos por día. Descansar a lo largo de las horas nocturnas y tomar una siesta al mediodía es un claro ejemplo de sueño segmentado.

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¿Cuáles son algunos ejemplos de sueño segmentado?

Una persona puede tener un horario de sueño segmentado de dos modalidades. Tomar siestas por la tarde es una manera clásica de explicar el sueño segmentado. Estas son reglas culturales en ciertas partes de todo el mundo, como España y Grecia.

  • Siesta corta: Esto involucra reposar cerca de 6 horas cada noche, con una siesta de 20 minutos durante el medio del día.
  • Larga siesta: Uno duerme cerca de 5 horas cada noche, con alrededor de una siesta de 1 a 1.5 horas durante el medio del día.

En varios artículos y en sociedades online, varias personas informan que los horarios de sueño segmentado en realidad funcionan para ellos. Tomar siestas y dividir su horario de sueño a lo largo del día les ayuda a sentirse más alerta y activos.

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¿Qué tiene que decir la ciencia?

Si bien bastantes personas informan vivencias positivas con el sueño segmentado, las investigaciones sobre si hay verdaderos beneficios para la salud, o detrimentos, es mixta.

Por un lado, un artículo de 2016 sobre patrones de sueño segmentados muestra un favor universal para el patrón de sueño.

El artículo además propuso que el auge de la jornada laboral actualizada, junto con la tecnología de iluminación artificial, llevó a la mayor parte de las civilizaciones en el planeta en desarrollo hacia horarios de sueño directo de 8 horas por la noche. Previo a la época industrial, se argumenta que los patrones segmentados e inclusive polifásicos no eran inusuales.

Para favorecer todavía más esto, la averiguación de 2010 discutió las ventajas de las siestas breves, así como su prevalencia cultural.

Las siestas cortas de unos 5 a 15 minutos se revisaron como beneficiosas y se asociaron con una mejor funcionalidad cognitiva, al igual que las siestas de más de 30 minutos. No obstante, la revisión indicó que se necesitaban más estudios a un grado más profundo.

Por otro lado, otros estudios (uno en 2012 y otro en 2014) presentan que la siesta (particularmente en niños más pequeños) puede no ser la mejor para la calidad del descanso o el desarrollo cognitivo, en especial si perjudica el sueño nocturno.

En los adultos, la siesta puede estar vinculada o incrementar el peligro de patrones de sueño deficientes o privación del sueño.

Si se genera privación regular del sueño, esto incrementa la posibilidad de:

  • Obesidad
  • Enfermedad cardiovascular
  • Dificultades cognitivas
  • Diabetes tipo 2

Fuente: webconsultas

Imagen destacada por: Andrea Piacquadio en Pexels

A tu salud…