El consumo de tabaco, además de ser un mal hábito y un vicio, degenera en una enfermedad conocida como tabaquismo; responsable de millones de muertes en todo el mundo cada año. Además, perjudica seriamente la calidad de vida de los fumadores y su entorno.
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La nicotina es una droga sumamente potente, incluso más adictiva que la cocaína o la heroína. Además, el tabaco es la causa principal de la mayoría de cánceres de pulmón que existen. Un solo cigarrillo tiene más de cuatro mil sustancias tóxicas, de las cuales más de 50 son cancerígenas.
El hecho de fumar ya no está de moda socialmente; actualmente priman los hábitos saludables, como el ejercicio y la correcta alimentación. Sin embargo, millones de jóvenes empiezan a fumar sabiendo las graves consecuencias que puede tener el tabaquismo a medio y largo plazo.
El confinamiento ligado al COVID-19 ha sido un buen momento para decirle adiós al tabaco, pero la verdad es que no existen estudios que confirmen esta teoría. Lo que sí admiten, es que fumar debilita y facilita los procesos infecciosos, poniendo a los adictos a merced del coronavirus.
Las colillas de los cigarros, incluso, ya que poseen gotículas de saliva pueden ser un foco de transmisión no solo del coronavirus, sino de decenas de enfermedades.
Cigarros eléctricos para sustituir el consumo de tabaco
Aunque los efectos de los cigarrillos electrónicos no son tan graves como los del tabaco, hay enfermedades pulmonares graves asociados a los vapeadores.
La mayoría de los cigarrillos eléctricos tienen nicotina. Además, llevan otras sustancias también tóxicas como productos químicos que irritan las vías respiratorias.
La adicción al tabaco es una de las más complicadas de tratar y sanar. El tratamiento antitabaco se aborda mediante una perspectiva multidisciplinaria. De hecho, incluso las personas no les basta la voluntad.
Durante las primeras semanas, las personas pasan por un período de abstinencia. El cigarro acompaña a los adictos en buenos y malos momentos, por eso es tan difícil de abandonar.
