El cerebro, ese órgano vital que te permite pensar, sentir y moverte, está protegido por membranas delicadas pero esenciales. Cuando estas membranas se inflaman, surge una condición grave conocida como meningitis. A propósito del Día Mundial contra la Meningitis, del pasado 24 de abril, profundizaremos en esta enfermedad con el doctor Vladimir Fuenmayor, neurólogo, para entender qué es, cómo se aborda y, crucialmente, cómo puedes protegerte.

La meningitis no discrimina edad y puede tener consecuencias serias si no se trata a tiempo. Comprender sus causas, reconocer sus síntomas iniciales y conocer las estrategias de prevención son pasos fundamentales para salvaguardar tu salud y la de tus seres queridos. Acompáñanos en esta conversación informativa para desmitificar la meningitis y aprender cómo actuar frente a esta amenaza.

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Imagen de Stefan Schweihofer en Pixabay

¿Qué sucede en la meningitis?

En esencia, la meningitis es la inflamación de las meninges, las membranas que envuelven y protegen tu cerebro y la médula espinal. Estas membranas se componen de tres capas principales:

  • Duramadre: La capa externa, resistente y fibrosa.
  • Aracnoides: La capa intermedia, con una estructura similar a una tela de araña.
  • Piamadre: La capa más interna, que se adhiere directamente a la superficie del cerebro.

La inflamación de estas capas, especialmente la piamadre, es la responsable de los síntomas característicos de la meningitis.

Reconociendo las señales de alerta

Debes prestar atención especial atención a la aparición repentina de un dolor de cabeza intenso, diferente a cualquier otro que hayas experimentado. Este síntoma cardinal suele acompañarse de fiebre, malestar general y una sensación de debilidad o fatiga inusual. Podrías notar también rigidez en el cuello, dificultando el movimiento para tocar el pecho con la barbilla.

Otros signos de alarma incluyen vómitos que pueden ser explosivos, sensibilidad aumentada a la luz brillante (fotofobia) y una tendencia a sentirte somnoliento, confuso o desorientado. En situaciones más graves, podrían presentarse convulsiones. Ante la manifestación de varios de estos síntomas, es crucial buscar atención médica de forma inmediata para un diagnóstico y tratamiento oportunos.

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Causas y abordaje terapéutico

La meningitis puede ser causada por diversos agentes, siendo los más comunes los infecciosos:

  • Virus: Son la causa más frecuente, especialmente en niños. Enterovirus y adenovirus son ejemplos comunes. Incluso el SARS-CoV-2 se ha asociado con casos de meningitis viral.
  • Bacterias: Infecciones bacterianas como Streptococcus pneumoniae o Neisseria meningitidis pueden causar meningitis graves.
  • Hongos: En pacientes con sistemas inmunitarios debilitados, los hongos pueden ser responsables de la meningitis.
  • Parásitos: Aunque menos común, ciertos parásitos pueden causar meningitis, especialmente en regiones endémicas.

El tratamiento de la meningitis se enfoca en aliviar los síntomas y combatir la causa subyacente. Un paso crucial para el diagnóstico es la punción lumbar, un procedimiento que permite obtener una muestra del líquido cefalorraquídeo para identificar el agente causal (virus, bacteria, hongo o parásito). 

Una vez identificado el agente, se aplica el tratamiento específico: antivirales para infecciones virales, antibióticos para infecciones bacterianas, antifúngicos para infecciones por hongos y antiparasitarios para infecciones parasitarias. La atención médica oportuna y el tratamiento adecuado son esenciales para una recuperación exitosa y para prevenir complicaciones a largo plazo.