No permitas que te callen, pues el que hoy no esté físicamente no significa que no existió; él o ella estuvieron en ti, creció en ti, nació al cielo y siempre estará en tu corazón y el de tus seres queridos
Solamente 4 de cada 10 mujeres salieron del hospital con un recuerdo físico o una fotografía de su bebé; y es que a nivel social, el duelo perinatal, causado por una muerte gestacional, prácticamente no tiene visibilidad y suele ser silenciado. Lo más común y a la vez lo más doloroso que se le dice a una mamá que ha perdido a su bebe, es «¡ya vendrá otro!». ¿Y es que acaso otro bebe suplanta el que se perdió? ¿Y es que es como si se rompe una muñeca y compras otra?
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No existe en el mundo nada más doloroso que el dolor que se calla; que se calla por no oír comentarios que en lugar de ayudar, afloran más la herida. Y es que mientras el duelo perinatal siga siendo un tabú, será muy difícil ajustar estas vivencias a la realidad
Las cifras son altas, entre un 10 y un 20% de los embarazos ya confirmados suelen acabar durante los primeros tres meses; es más común de lo que se cree y de lo que se dice y un “próximamente te volverás a embarazar” no borrará el dolor. Y es que se no se trata de la pérdida de una vida simplemente; implica mucho más, es la pérdida de un proyecto de vida seguramente lleno de ilusiones.
Muchas parejas atravesamos por esta situación y al ser tan tabú y un duelo prácticamente silenciado, se suele vivir en soledad. Es muy necesario que se comience a validar el dolor y reconocer la pérdida.
El embarazo es un momento de gran ilusión para los futuros padres y toda su familia; siempre se imagina que nacerá un bebé sano que conocerán, verán crecer, abrazarán y querrán de más. Pero no es simplemente un embarazo donde crece una barriga mes a mes; ese embarazo tan esperado viene acompañado de pensamientos e infinitos sueños sobre cómo será el bebé y qué le deparará el futuro.
¿Y qué pasa cuando el final no es el soñado?
En todo el mundo, cuando un bebé nace muerto, o muere en las últimas etapas del embarazo, durante el parto o poco después del parto, las madres, los padres y las familias experimentan una tragedia silenciosa.
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Conectar con la pérdida
Antiguamente se creía, desde el punto de vista médico, que hacer como que nada pasó era lo mejor para la madre; e invitarla a pronto buscar otro bebé, creyendo que esta era la manera más protectora; incluso, no se le dejaba ver al bebé.
Actualmente, gracias a múltiples estudios e investigaciones, se ha comenzado a hacer énfasis en brindarle a los padres un espacio para pensar en la muerte de su bebe, expresarlo y vivirlo. Poco a poco, se ha ido destacando la importancia de dejarles tener contacto con su bebé, y así lograr un duelo más saludable.
La pérdida perinatal constituye una experiencia emocionalmente devastadora para los padres, cuyo duelo se puede prolongar durante un largo período de tiempo
Otorgarle cada vez mayor importancia al reconocimiento del mismo y el sufrimiento que genera es vital; cada paso de avance en este tema es sumamente importante. Aunque queda bastante camino para otorgarle el lugar que merece a nivel sanitario y social, podemos hoy decir, a través de las voces de quienes hemos atravesado este camino, que comienzan a conquistarse espacios.
Para poder comprender el duelo perinatal es necesario conocer el lugar que ocupa el duelo en general en nuestra sociedad. Podríamos decir que nuestra sociedad está viviendo de espaldas a la muerte, convirtiendo esta experiencia natural en un gran tabú, no facilitando espacios para sentir, expresar dolor y compartir.
Existe una tendencia de hacer un llamado a las personas en duelo a recuperarse rápidamente, tapar el llanto, seguir funcionando, en lugar de rendirse. Es decir, el duelo se inserta en una cultura que impone determinados mandatos sobre quién puede hacer un duelo, cómo y por cuánto tiempo
Es importante que sepas y tengas en cuenta que en las pérdidas perinatales se experimentan las mismas reacciones que en otras situaciones de duelo; estas pueden tener repercusiones psicopatológicas en personas más sensibles. Puede afectar también a embarazos posteriores y la relación con el siguiente bebé.
No podemos olvidar que es fundamental que los padres no se sientan solos y que puedan contar con un apoyo emocional suficiente. Es importante que no exista urgencia por imponerles una rápida recuperación.
Este tipo de duelos no permitidos, con escasos ritos de despedida, representan un importante riesgo emocional. Generan sentimientos de vergüenza, culpa e inadecuación cuando no se superan rápidamente.
La vivencia de la pérdida y el curso natural del proceso de duelo también suelen ser diferentes en el padre y en la madre, lo que puede dar lugar a desencuentros, incomprensiones y sentimientos de extrañeza y soledad frente a la pareja, y la manera de vivirlo de cada uno también debe ser respetada y comprendida.
La sensibilización de los profesionales de salud hacia las necesidades emocionales que presentan los padres en situación de duelo perinatal y el compromiso y apoyo para con ellos es de vital importancia en todo este proceso.
El superar un duelo depende de cada persona, no es un proceso lineal, se atraviesa por cierto altibajos.
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Si eres familiar, escucha
Se recomienda que puedas hablar con la familia y explicarles si algo en su comportamiento no está siendo de ayuda.
Es importante mostrar cercanía física, no siempre es necesario decir algo, muy por el contrario, si no se sabe qué decir es mejor callar, lo más importante es poder escuchar y no cambiar de tema
Entiendo cuando expresas “no me digas que es para mejor” o que “las cosas pasan por una razón”, porque también lo viví, claramente sentí enterrar mis sueños y mi futuro con ella.
Entiendo cuando dices no trates de quitar mi dolor porque el alma no sana con curitas y besos, cuando la tristeza es la única emoción que puedes sentir algunas mañanas que te invaden los recuerdos.
Y aunque entiendo que el mundo sigue girando y la vida debe continuar para nosotros, solo te pido que te detengas un momento, que nunca me impulses a abandonar su memoria, que respetes mis tiempos, que me dejes tenerla siempre presente en mis pensamientos, ofréceme tu bondad no tu lastima, habla a mi alma con palabras dulces y suaves que mi bebé ha muerto y con él un parte de mis sueños.
Para todos los que en este camino hemos experimentado una pérdida, jamás dejes de vivirla, de hablarla e incluso compartirla, porque cada vez son más las parejas que experimentan esta situación y solo hablando sobre lo vivido, lograremos que se oiga más y se silencie menos.
Las abrazo,
Att: Yuraima.
Farmacéutico Mención Sanitario Asistencial egresada de la Universidad Central de Venezuela. Hoy soy especialista en Marketing digital y ventas. También conferencista y espera llevar a muchas tarimas, cómo ha logrado mantener su sueño vivo, como se ha sobrepuesto a los momentos difíciles de su camino, y por supuesto su milagro cuando llegue a sus brazos. Tiene un su primer proyecto editorial “Mi propósito creando vida”.
Un duelo silenciado. Muerte gestacional y perinatal – por Yuraima Medina
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