Viajar hacia determinados países en zonas tropicales, o subtropicales, aumenta el riesgo de enfermarse por lo que exige una planificación y adoptar las medidas profilácticas o recomendadas, como la administración de algún tipo de vacuna.
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Este caso es conocido como vacunas del viajero, en las que se incluyen las de la meningitis, fiebre tifoidea, fiebre amarilla. Son administradas en una única visita médica, siempre y cuando estas se inoculen en zonas anatómicas diferentes.
Por ejemplo, en el caso de la vacuna frente a la COVID-19, se estableció que esta no debe administrarse si no han pasado al menos siete días desde la última inmunización. Todo esto según información del Ministerio de Sanidad de España.
Esto se debe a que las vacunas contra la COVID-19 son muy recientes, lo que permite que el período de separación haga un monitoreo de los posibles efectos adversos que se pueden presentar.
Vacunas y certificados
Recomiendan que cualquier viajero, que tenga intención de visitar algún país de renta baja, con alto predominio de enfermedades infecciosas, acuda a cualquier centro de Medicina del Viajero con antelación. Por esto, recomiendan la vacunación de cuatro a seis semanas antes del viaje.
Sobre la vacunación en general, cuando se viaja a determinados países es necesario conocer que existen vacunas obligatorias e incluso un Certificado Internacional de Vacunación.
Por ejemplo, una de estas vacunas es la que se aplica contra la fiebre amarilla, una enfermedad vírica de declaración internacional obligatoria. Esta se transmite por la picadura de un mosquito infectado.
La fiebre amarilla es una enfermedad que al principio muestra síntomas muy generales, como fiebre, dolor de cabeza, malestar y un color amarillento en la piel. De hecho, por esto es que obtiene la patología su nombre. Sin embargo, puede provocar complicaciones graves e incluso la muerte en pocos días.
