El ácido mandélico es un tipo de alfa hidroxiácido suave (AHA). Puede contribuir a minimizar el acné, las líneas finas y las arrugas y mejorar el aspecto de la piel desigual.

Los exfoliantes químicos, como los AHA, son componentes reconocidas para el cuidado de la piel que ayudan a remover la capa superior de las células más viejas de la piel. Estas sustancias tienen la posibilidad de mejorar el aspecto general de la piel y minimizar los signos visibles del envejecimiento.

Este ácido se deriva de las almendras amargas. Es una AHA que se ha estudiado primordialmente para su uso con acné.

Los AHA son componentes naturales y sintéticos que aportan beneficios para el cuidado de la piel que van desde la exfoliación hasta el aumento de la hidratación y la firmeza.

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Foto referencial – Foto de Mikhail Nilov

Beneficios

Suave para la piel

El beneficio principal del ácido mandélico es que puede ser más suave para la piel en comparación con otros AHA. Esto lo convierte en una alternativa ideal para esas personas con piel sensible.

Esta suavidad se debe, al parecer, porque el ácido mandélico pertenece a los AHA mayores y, como consecuencia, penetra en la piel a un ritmo más lento. Esto lo hace menos irritante para la piel.

Acelera la renovación celular

El ácido mandélico acelera la renovación celular y funciona como un poderoso exfoliante para remover las células muertas de la piel. Puede contribuir a que la piel parezca más firme y elástica, disminuyendo la aparición de arrugas y líneas finas.

Promueve la producción de colágeno

El ácido mandélico también optimización el aspecto de la piel, ya que promueve la producción de colágeno, que es la principal proteína que está presente en la piel y el tejido conectivo.

Usos

El ácido mandélico puede mejorar diversos inconvenientes del cuidado de la piel, como por ejemplo:

  • Acné
  • Textura de la piel
  • Hiperpigmentación
  • Arrugas y líneas finas

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Precauciones

Pese a que el ácido mandélico se considera suave para la piel sensible, debería hablar con un dermatólogo antes de empezar cualquier tratamiento para la cara.

Un dermatólogo puede darle orientación, según sus necesidades personales, respecto a cómo integrar correctamente el ácido mandélico en su sistema de cuidado para la piel y qué productos utilizar.

Fuente: bezzia

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