Lograr una dieta balanceada y sostenible no se trata de restricciones o privaciones, sino de crear hábitos saludables que puedas mantener en el tiempo.
Generalmente cuando se utiliza el término dieta solemos alarmarnos y negarnos a esta posibilidad por las restricciones y disciplina que implica llevar una alimentación balanceada. Puede que comencemos con entusiasmo pero pocos días después decaemos ante un fascinante postres.
Es por esto que llevar una dieta balanceada perdurable no depende únicamente de conocimiento sobre valores nutricionales de ciertos alimentos, sino también de evitar cometer ciertos errores comunes que nos hacen desistir.
Errores comunes al hacer dietas
Seguramente alguno de estos errores te sonará conocido porque el algún momento de tu vida decidiste iniciar una dieta. A continuación te mostramos una lista de lo que no debes hacer cuando tomes la decisión de alimentarte de manera balanceada:
- Restricciones extremas: Eliminar por completo ciertos grupos de alimentos puede generar deficiencias nutricionales y afectar tu salud.
- Enfoque en la pérdida rápida de peso: Priorizar la velocidad sobre la salud a menudo conduce a resultados temporales y rebotes.
- Falta de planificación: No tener un plan de alimentación te hace más susceptible a las tentaciones y comidas poco saludables.
- Ignorar las señales de tu cuerpo: No escuchar tu hambre y saciedad puede llevar a comer en exceso o por debajo de tus necesidades.
Una dieta balanceada no debe ser un castigo
Ciertamente estamos acostumbrados a escuchar el término dieta y entender que se trata de restricciones que cambiarán nuestro estilo de vida pero lo cierto es que si nos alimentamos de manera balanceada podremos incluir una variedad de alimentos y de combinaciones que no nos aburrirán.
La idea es consumir proteínas, carbohidratos y grasas de manera equilibrada en cada plato para generar una sensación de saciedad y al mismo tiempo nutrirnos. Esto se debe a que cada uno de ellos tiene diferentes mecanismos de acción en el cuerpo.
Si tienes dudas al momento de elegir procura dividir el plato de la siguiente manera
- 50% de verduras y hortalizas.
- 25% de proteínas magras (carne blanca, pescado, legumbres, huevos).
- 25% de carbohidratos complejos (cereales integrales, frutas).
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Conócete a ti mismo
Existen dos principios que te ayudarán a ser más perseverante en el tiempo alimentándote de manera balanceada. El primero es identificar tus necesidades calóricas y preferencias para crear un plan personalizado y el segundo tiene que ver con prestar atención a las señales de tu cuerpo.
«Come cuando tengas hambre y detente cuando estés satisfecho»
Fuente:Glamour.mx
Imagen referencial: Pexels
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