Piensa en que un día vas al gimnasio a usar las máquinas de rutina y de repente sientes el músculo cansado, más de la cuenta. Tal vez sea fatiga muscular lo que estés experimentando. Por esto no deberías, al menos en principio, alarmarte. Sin embargo, hay que profundizar más en las características de este tipo de cansancio muscular para no confundirlo con el fallo muscular.
Lo importante es que hay que tener muy presente que cuando se habla de fatiga en el músculo los valores que se asocian a este proceso o fenómeno que afecta a muchos deportistas, son de magnitudes. Es decir, de intensidades, de grados e incluso de escalas de complejidades, que dan cuenta de que estamos frente a una fatiga muscular. Veamos esto más claramente.
¿Cómo identificar la fatiga muscular?
Para hacernos una idea de cuándo estamos padeciendo ciertamente de este tipo de fatiga, debemos ser observadores para poder analizar más y mejor la situación. Por ejemplo, si eres una persona que hace series de mancuernas en un promedio ya estimado o conocido por tu experiencia; pero una mañana comienzas a presentar una dificultad para culminar con éxito esa rutina de mancuernas, entonces, puede ser que tengas cansancio muscular en el sentido del que hablamos.
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Pues, si la despotenciación del músculo, de su capacidad performativa va cediendo paulatinamente mientras avanzas en serie, y necesitas reposar varios minutos para retomar lo que has dejado inconcluso, entonces sí podría ser fatiga. Porque cuando simplemente no puede comenzar siquiera una rutina, porque el músculo no da, entonces estaríamos hablando de otra cosas, que tal vez podría estar relacionado, lo más seguro, con el fallo muscular.
¿Qué ocasiona que los músculos se cansen?
Cuando estamos haciendo ejercicio, es lo que explica la ciencia, hay neurotransmisores que son claves para que tengamos un resultado exitoso en nuestras actividades físicas. Uno de estos neurotransmisores es la serotonina. Pero esta juega a contra de nosotros cuando nos ejercitamos. El otro es la famosa dopamina, que impacta de forma positiva en nuestro rendimiento.
Lo que se dice desde las fuentes especializadas en el tema, es que cuando estamos haciendo una actividad física el equilibro que hay en nuestro sistema nervioso puede llegar a perderse cuando hay un comportamiento irregular en estos neurotransmisores que norman el sistema nervioso mismo. Produciendo en seguida la pérdida de potencia del músculo.
¿Cómo evitar la sufrir de fatigas musculares?
EL primer paso es conocerte. Es decir, saber cuáles son tus cualidades pero también tu debilidades. Tener presente nuestros límites es necesario cuando hacemos ejercicios, porque evitaría que nos lesionáramos, al hacer esfuerzos de más. O sea que, la sensatez es un ítem importante en todo en la vida. No podemos forzar nuestro cuerpo en demasía porque se resentirá. Es así de simple.
Ahora bien, la dietas son importante. Pues, el consumo de carbohidratos, los niveles de ingestas del mismos, puede condicionar la aparición de este tipo de cansancio. Debes consumir lo suficiente. No puedes tener una dieta baja en carbohidratos antes de hacer ejercicio porque simplemente tus músculos se irán debilitando de manera gradual hasta obligarte a tomar un descanso de varios minutos.
Lo otro que debes considerar es el descanso. Sin descanso ¿cómo podría recuperarse tu organismo? Es imposible trabajar bien nuestro físico, si no descansamos bien antes. Lo normal, lo recomendable es que las personas duerman 8hrs aproximadamente. No obstante, encontrarás que hay trainers que aseguran que dormir no es descansar. Por eso el énfasis es en descansar, descansar el músculo. Pues todo en exceso es malo, como lo dice la sabiduría popular.
Fuente: Camde
