La fisio-sexología es una especialidad en el campo de la fisioterapia que trata la disfunción sexual. Es subjetivamente nueva, y aunque tiene su epicentro en el tratamiento del suelo pélvico, hay otras partes de cuerpo que permanecen estrechamente en relación con la repuesta sexual, como el sistema nervioso, el diafragma, los músculos abdominales o la parte baja de la espalda.

Tendemos a pensar que la disfunción sexual con razones psicológicas debería ser tratada lógicamente en el diván. Pero eso no es completamente cierto. Antes que nada, el cuerpo humano tiende a somatizar los inconvenientes de la psique y a reflejarlos en varias zonas corporales, a modo de bloqueos, tensión o acortamiento.

Lo que comienza en la mente tarde o temprano perjudica al cuerpo humano y viceversa.

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Foto referencial – Foto por bebalancefisioterapia

¿En qué consiste?

Cuando existe una complejidad sexual, se tienen que revisar 3 zonas primordiales. Lo orgánico (aquí es donde entraría el ginecólogo o urólogo), lo psíquico y lo servible. La fisio-sexología participa en esta última. Un enfoque multidisciplinario ayuda a detectar la raíz del problema y resolverlo más rápido.

Aunque la causa de las dificultades sexuales no sea orgánica ni funcional, la fisio-sexología ayuda mucho pues hay personas en las que el trabajo emocional se hace mejor a partir de la parte física.

«Recientemente se trató a una chica que no podía tener un orgasmo. Su valoración del suelo pélvico ha sido adecuada y pudimos encontrar que el problema era que poseía una reacción bastante introvertida, por vergüenza, le resultaba difícil manifestar sus sentimientos por medio de su cuerpo. Haciendo un trabajo en la parte física, se ha conseguido borrar esta limitación», comenta el fisioterapeuta gallego Fernández Álvarez.

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¿Quiénes puedes usar este método?

No hace muchos años, las pacientes de fisioterapia del suelo pélvico eran mujeres mayores con incontinencia urinaria que veían cómo, a partir del procedimiento, no solo resolvían su problema, sino que además recibían una virtud adicional en la revitalización de su vida sexual.

En la actualidad, personas de ambos sexos recurren a la fisio-sexología con inconvenientes como dispareunia (coito doloroso), anorgasmia o complejidad para conseguir el orgasmo, vaginismo, endometriosis, períodos dolorosos, falta de sensibilidad o disminución del deseo, disfunción eréctil, eyaculación precoz o retrasada, mala lubricación, atrofia vaginal o problemas en las relaciones menopáusicas.

«Una vez que la caída de estrógeno provoca sequedad vaginal, apatía, incomodidad, picazón, dolor a lo largo de el coito. Aquí es donde estamos viendo un enorme triunfo y, las mujeres acuden a sus terapias para reanudar las relaciones y el placer del sexo. La fisio-sexología es bastante eficaz en este periodo de la vida de una dama», admite Sonia Bedate, fisioterapeuta especializada en uroginecología y fisio-sexología, así como osteópata y sexóloga.

Fuente: webconsultas

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