La cúrcuma proviene de la raíz de curcuma longa; una especie vegetal de la familia del jengibre. En la India se ha utilizado desde hace décadas como producto medicinal en diversas indicaciones y a través de diferentes vías de administración. Gracias a sus poderosas propiedades, el interés por esta raíz creció en Occidente.

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Según la última revisión realizada sobre la cúrcuma, 103 estudios destacan sus efectos antioxidantes

El estrés oxidativo es el causante clave del daño hepático producido por agentes ambientales y las sustancias como el alcohol y las drogas. La cúrcuma se ha usado como tratamiento en estos casos, debido a que actúa como un escudo protector del hígado. Un nuevo metaanálisis posicionó a la cúrcuma como un agente protector y terapéutico frente al estrés oxidativo y la enfermedad hepática.

cúrcuma
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Hay suficiente evidencia científica que respalda los efectos preventivos y curativos de la cúrcuma en diferentes enfermedades; entre ellas, la arterosclerosis, la diabetes, la enfermedad hepática, la intestinal y la neurodegenerativa, entre otras. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, la cúrcuma no es tóxica. Recientemente, aprobaron la inhibición de la inflamación de COVID-19, junto a otros fármacos antiinflamatorios, debido a la aplicación de la cúrcuma.

El consumo debe supervisarse

En general, es necesario tener en cuenta que se trata de un producto natural. Puede unirse a diferentes medicamentos, terapias o alimentos; pero su uso debe estar supervisado por el médico. Se usa ampliamente con propósitos terapéuticos debido a sus propiedades; pero hay que tomar en cuenta la supervisión, en relación al uso de plantas medicinales. Además, la seguridad en mujeres embarazadas y jóvenes no se ha evaluado totalmente. No hay estudios concluyentes sobre este tema.

Con información de: CuídatePlus

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