La positividad corporal se ha convertido en un movimiento con principios acerca de la belleza y está revolucionando la mentalidad de las personas y las rrss. Entrar a una red social como instagram nos vuelve consumidores de avalanchas de reels y fotos irreales. De personas anónimas, influencers y famosos del espectáculo, mostrando cuerpos esculturales, tonificados, pasados por filtros que retocan imperfecciones. Creando un estereotipo corporal que no corresponde con la mayoría de cuerpos reales.
Distinguir cuerpos reales de los que no lo son tantos, se vuelve una odisea, en la era digital. Mientras, el cuerpo fetiche gana terreno, condiciona nuestro modo de entender la belleza e incluso nuestro propio autoconcepto, nuestro autoestima, porque experimentamos el body shaming. Pero el body positivity ha venido a rasgar el velo de la ficción del cuerpo ideal. Ahora toca el momento de aceptar las imperfecciones del cuerpo, trabajar la autoaceptación y empezar a ser feliz con lo que tenemos.
La revolución de la positividad corporal
El culto al cuerpo experimentó un fuerte auge desde comienzos de este siglo, cuando el número de personas que iba a los gimnasio aumentó de manera considerable. Buscaban lucir un cuerpo perfecto. Antes, en la década de los felices 90´s las revistas, las vallas publicitarias, habían inundando la publicidad con cuerpos esbeltos, que eran previamente modificados por programas de computadora. Esto iría condicionando la idea de qué es un cuerpo perfecto y qué no lo es.
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De modo que el body postivity está aun luchando contra toda una herencia cultural de décadas, instalada en la mente de millones de personas; más exactamente de usuarios de internet y sus principales redes sociales, que muestran una perfección ficticia.
La positividad corporal habla con la verdad
La positividad corporal ha entendido dos cosas, primero que hay demasiada mentira en la era de las imágenes digitales; segundo, que es momento de parar y hablar con la verdad. Pues se trata ahora de mostrar cuerpos reales; cuerpos imperfectos, estriados, flácidos o voluminosos; con cicatrices, incluso aquellas que deja el paso del tiempo. Un cuerpo cambiante, mutable, que envejece.
La honestidad es la principal arma que anuncia la positividad corporal. Y para que sea la honestidad la que gane esta guerra entonces, es necesario concienciar sobre otra idea de belleza que esté más allá de los estereotipos socialmente aceptados.
El body positivity y el fin de los estereotipos
Sarah Jesica Parker contribuye a su manera a veces estereotipos sociales de belleza. Ya rebasado los 50 años de edad, se muestra con sus canas, con un cabello natural, libre de tintes, fotos sin filtros. Lo mismo aplica para la celebrities Kim Kardashiam quien se mostró sin tapujo, en sus redes sociales digitales, luciendo una piel afectada por la psoriasis. Hay muchos ejemplos más; pero todos tienen en común afirmar la positividad corporal y vencer el body shaming.
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El movimiento en cuestión apunta entonces a la creación de una imagen corporal positiva, sincera y honesta; sin artilugios ni filtros. Y que ha ayudado a que personas con sobrepeso, con alguna «anomalía corporal», sea o no por accidente, se afirmen y muestren al mundo sin vergüenza alguna, aceptando que la belleza no es un doma, o unas tallas y medidas especificas; sino al contrario, es diversa y heterógenea.
fuente: Psiquiatría
