¿Sabías que el mito de los 10000 pasos diarios como estándar de salud no tiene una base científica sólida? En este artículo te explicamos el origen de esta creencia popular y por qué no debes obsesionarte con alcanzar esa cifra.

El mito de los 10000 pasos diarios se remonta a la década de 1960, cuando una empresa japonesa lanzó un podómetro llamado «Manpo-kei», que significa «medidor de 10000 pasos». El producto se basaba en una estimación aproximada de la distancia que recorría un japonés promedio al día, y se promocionaba como una forma sencilla y efectiva de mantenerse en forma y prevenir enfermedades.

Sin embargo, esta recomendación no tenía en cuenta factores como la edad, el peso, el nivel de actividad física, la intensidad del ejercicio, el tipo de terreno, la alimentación o las condiciones de salud de cada persona. Tampoco se basaba en estudios científicos que demostraran los beneficios de caminar exactamente 10000 pasos al día.

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Foto referencial – Imagen de Manfred Antranias Zimmer

Investigaciones recientes

Investigaciones recientes han cuestionado la validez de este número mágico y han sugerido que la calidad del movimiento es más importante que la cantidad. Por ejemplo, un estudio publicado en 2019 en el Journal of the American Medical Association encontró que las mujeres mayores que caminaban más de 4400 pasos al día tenían una menor mortalidad que las que caminaban menos, pero que no había una diferencia significativa entre las que caminaban más de 7500 pasos y las que caminaban más de 10000.

Otro estudio publicado en 2017 en la revista International Journal of Obesity mostró que caminar a un ritmo moderado o vigoroso tenía más efectos positivos sobre el peso corporal, el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura y el porcentaje de grasa que caminar a un ritmo lento, independientemente del número de pasos.

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Estos y otros estudios sugieren que lo más importante para la salud es realizar actividad física regularmente, adaptada a las características y necesidades de cada individuo, y no obsesionarse con un número arbitrario de pasos. Además, se recomienda combinar el ejercicio aeróbico con el entrenamiento de fuerza y la flexibilidad, así como llevar una dieta equilibrada y variada.

En conclusión, el mito de los 10000 pasos diarios como estándar de salud es eso, un mito. No hay una fórmula única ni universal para estar saludable, sino que depende de muchos factores individuales y ambientales.

Lo mejor es consultar con un profesional de la salud o del deporte que pueda orientarnos sobre el tipo, la duración, la frecuencia y la intensidad del ejercicio más adecuado para nosotros. Y sobre todo, disfrutar del movimiento y sus beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente.

Fuente: vitonica

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