La rabia es una enfermedad viral zoonótica, es decir, que se transmite de los animales a los humanos. Afecta al sistema nervioso central y es casi siempre mortal una vez que se presentan los síntomas. Sin embargo, la vacunación oportuna después de la exposición puede prevenir la enfermedad.

En este artículo, abordaremos los aspectos más importantes de la rabia en humanos, incluyendo sus síntomas, diagnóstico y tratamiento. También, haremos hincapié en la importancia de la prevención como medida fundamental para erradicar esta enfermedad.

Síntomas en humanos

Los primeros síntomas de la rabia en humanos pueden ser inespecíficos, similares a los de la gripe e incluir:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Malestar general
  • Debilidad

A medida que la enfermedad progresa, los síntomas se vuelven más graves e incluyen:

  • Agitación
  • Confusión
  • Alucinaciones
  • Hidrofobia (miedo al agua)
  • Aerofobia (miedo al aire)
  • Dificultad para tragar
  • Parálisis
  • Babeo excesivo
rabia en humanos

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Diagnóstico y tratamiento de la rabia en humanos

El diagnóstico de la rabia en humanos se basa en la evaluación clínica del paciente, el historial de exposición a animales potencialmente rabiosos y las pruebas de laboratorio. Las pruebas de laboratorio pueden incluir:

  • Análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el virus de la rabia
  • Prueba de inmunohistoquímica en el tejido cerebral
  • Prueba de RT-PCR para detectar el virus en la saliva o el tejido cerebral

No existe un tratamiento efectivo para la rabia una vez que se presentan los síntomas. El enfoque del tratamiento se centra en el manejo de los síntomas y la atención de soporte.

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Prevención de la rabia en humanos

La prevención de la rabia en humanos es fundamental para erradicar esta enfermedad. Las medidas de prevención incluyen:

  • Vacunación: La vacunación pre-exposición es recomendada para personas que viajan a zonas con alto riesgo de rabia o que trabajan con animales. La vacunación pos-exposición se debe administrar a cualquier persona que haya sido mordida o arañada por un animal potencialmente rabioso.
  • Control de la población animal: La vacunación y el control de la población de animales callejeros y salvajes pueden ayudar a reducir el riesgo de transmisión de la rabia.
  • Evitar el contacto con animales salvajes: Se debe evitar el contacto con animales salvajes, especialmente murciélagos y zorros.
  • Lavar las heridas: En caso de mordedura o arañazo por un animal, se debe lavar la herida inmediatamente con agua y jabón durante 15 minutos y buscar atención médica.

La rabia es una enfermedad grave y potencialmente mortal, pero se puede prevenir con medidas de vacunación y precaución adecuadas. Si cree que ha estado expuesto al virus de la rabia, es importante buscar atención médica inmediata.