De los síntomas de la hepatitis E el primero sería que afecta de manera especial a nuestro hígado. La hepatitis por virus E ataca esta parte del cuerpo produciendo su inflamación o hinchazón. Se la considerada, además, una infección viral que puede encontrarse en cualquier zona del planeta, independientemente de la geografía, del clima, etcétera.

Se cree de forma errónea que este virus RNA de transmisión entérica se encuentra mayormente en los países en vías de desarrollo, debido a la precariedad sanitaria que les caracteriza. Pero lo cierto es que este trastorno del hígado también es frecuente en países desarrollados. Solo que varía el genotipo.

Origen de los síntomas de la hepatitis E

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Foto Referencial tomada de Pixabay

En tanto enfermedad viral, esta tipo de hepatitis se transmite por el virus E; pero la cosa no queda allí, pues según las fuentes especializadas en el tema, esta hepatitis aguda se clasifica a su vez en 4 genotipos distintos, según la cadena de transmisión u origen. Veamos.

Genotipos I y II de la hepatitis E

En los denominados países del tercer mundo, por ejemplo, los genotipos 1 y 2 de virus hepáticos E, se originan por la contaminación del agua. Además se presenta en humanos.

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Las condiciones de sanidad precaria y extrema pobreza de estas regiones contribuyen a que más personas sufran los síntomas de la hepatitis E; cuya vía de contagio es oral-fecal.

De allí que las causas de la hepatitis E tengan que ver con condiciones ambientales precarias, como un campo de refugiados mal condicionado, el desplazamiento forzado de personas a sitios de hacinamiento, desastres naturales, políticas públicas de sanidad deficientes, entre otros.

Los países en que más se diseminan estos genotipos de la hepatitis viral E se hallan en el continente africano pero también en regiones del Asia menor y centroamérica.

Trasmisión de la hepatitis E de animal a humano

El resto de los genotipos de la hepatitis E, tienen una causa de contagio diferente a los genotipos Iy II.

Es así como encontraremos que los síntomas de la hepatitis E, cuando se presenta en una persona de un país más estable económica y políticamente, que no sufre desastres naturales, es porque la transmisión ha sido de los animales a los humanos. Es decir, una zoonosis.

En los países más desarrollados, la hepatitis E del genotipo III se contagia por el consumo de carne. Más específicamente por rubros cárnicos que no han sido cocinados correctamente y llegan así al consumidor. Especialmente la carne de cochino.

Pero no solo la carne de cochino o cerdo crea esta zoonosis, sino aves de corral, roedores, conejos, venados, mangostas, y otros animales, pueden ser fuentes de contagios del virus de la hepatitis.

Sintomatogía de la hepatitis E

Hay un consenso entre la opinión de hepatólogos en que los síntomas de la hepatitis E no son del todo claro. De hecho, de hecho se estima que en la mayoría de los casos de contagio de este trastorno hepático no hay síntomas.

Las cifras manejadas por la sociedad médica habla que de cada 20 millones de personas únicamente 3 millones presentan síntomas de la infección hepática.

No obstante, así como hay esta opinión, también se suele considerar ciertas señales y/o signos de que podríamos estar frente a un caso de hepatitis E.

Por ejemplo, desde la fatiga hasta el color paliducho amarillento de la piel, hasta la evacuación de heces blancas y orina oscura pueden estar relacionados con este trastorno hepático.

Tratamiento de los síntomas de la hepatitis E

Existe el consenso entre los especialistas de que esta infección hepática tiende a desaparecer sin mayores procedimientos médicos. O sea, de forma espontánea, por sí sola, al cabo de un poco más de 2 semanas o 6 semanas.

Sin embargo, ya que esta hepatitis (VHE) crea una inflamación del hígado, se debe seguir una dieta balanceada. Baja en grasas, con mucho consumo de agua -al menos 2 litros diarios- y evitar a todas costa el consumo de alcohol.

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De manera que las hortalizas y verduras, así como las frutas deben acompañar la alimentación del paciente hepático, hasta su curación.

Riesgos del virus de la hepatitis E

El paciente infectado de hepatitis E debe seguir las recomendaciones de su médico para la evitar complicaciones innecesarias de la infección viral (VHE).

Pues los riesgos de desarrollar una cirrosis hepática, por ejemplo, están presente en personas con trasplantes de riñón o con sistemas inmunológicos débiles.

En el caso de las mujeres embarazadas con sospecha de síntomas de hepatitis E se corre el riesgo de perder al bebé e incluso la vida de la madres, si se llega a desarrollar una hepatitis fulminante.

Fuente: Sabervivirtv

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