La vitamina K es esencial para la síntesis de los factores que intervienen en la coagulación de la sangre; según expertos como Miguel Civera, del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen).

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Además, regula la coagulación de la sangre, ya que el hígado actúa en la producción de factores que forman parte de la cascada de coagulación, frenando las hemorragias y formando un coágulo. Por lo tanto, se denomina vitamina antihemorrágica.

Además, la vitamina K interviene en un proceso químico de una proteína esencial de los huesos, la osteocalcina, para que esta funcione bien. Asimismo, contribuye a la formación ósea del organismo, ayudando a que se aumente la densidad ósea, evitando fracturas.

La vitamina K se consigue en alimentos como las espinacas, brócoli, coliflor, lechuga, berza, coles y acelgas. El déficit de esta, conlleva a que se produzcan alteraciones hemorrágicas, como los sangrados.

Las hemorragias como el sangrado nasal, en la orina o en heces pueden estar relacionadas a la falta de vitamina K, según los expertos. Aunque es poco frecuente, habría que consultar al médico, porque hay que descartar otras patologías, que sí son frecuentes.

vitamina K
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Niveles bajos de vitamina K

Algunos pacientes no pueden obtener la vitamina, entre ellos:

  • Los recién nacidos
  • Pacientes enfermos de fibrosis, celiaquía, colitis ulcerosa y síndrome del intestino corto
  • Pacientes que reciben anticoagulantes del tipo cumarínicos

La deficiencia de esta vitamina es poco común; de hecho, las bacterias en el colon producen cierta cantidad de esta vitamina, que el propio organismo comienza a absorber.

Si usted presenta un sangrado, no debe dudar ni un segundo en acudir a su médico de confianza. Quizá no se deba a la falta de esta vitamina, ya que puede estar relacionado a otras patologías.

Con información de: CuidatePlus

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