La espirulina es una microalga de color verde azulado que se ha convertido en uno de los superalimentos más populares en la actualidad. Esto se debe a que tiene un alto valor nutricional y múltiples propiedades beneficiosas para la salud.

A continuación, te presentamos algunos de los beneficios de tomar espirulina todos los días

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Foto referencial – Imagen de Anaïs CROUZET

Desintoxica el organismo

La espirulina tiene un efecto hepatoprotector, es decir, que protege al hígado de diversas toxinas y metales pesados que pueden acumularse en el cuerpo. Además, ayuda a reducir la grasa hepática y a mejorar la función de este órgano vital.

Previene y trata la anemia

La espirulina es una fuente de hierro, un mineral esencial para la producción de hemoglobina, que es el componente de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno. Al consumir espirulina, se favorece el aumento de los niveles de hemoglobina en la sangre, lo que previene y trata la anemia, una condición que causa debilidad, cansancio y palidez.

Favorece la pérdida de peso

La espirulina tiene un alto contenido de proteínas y fibra, que aumentan la sensación de saciedad y reducen el apetito. Además, tiene un bajo contenido calórico y contiene ácido gamma-linolénico, un antioxidante que ayuda a acelerar el metabolismo y a quemar la grasa corporal.

Cuida la salud del corazón

La espirulina contiene ficocianina, un pigmento azul que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La ficocianina inhibe la absorción de colesterol en el intestino y reduce los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos en la sangre. Así, la espirulina previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis, el infarto o el accidente cerebrovascular.

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Mejora la salud cerebral

La espirulina tiene un efecto neuroprotector, es decir, que protege a las neuronas del daño causado por el estrés oxidativo, la inflamación o las toxinas. Además, contiene ácido fólico, vitamina B12 y otros nutrientes que favorecen la producción de neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina.

Estos neurotransmisores son responsables de regular el estado de ánimo, la memoria, el aprendizaje y la cognición. Por lo tanto, la espirulina puede prevenir o retrasar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento, así como mejorar la salud mental y el bienestar emocional.

Fortalece el sistema inmunitario

La espirulina estimula la producción de células inmunitarias, como los linfocitos, los macrófagos y las células natural killer, que son capaces de combatir las infecciones y los agentes patógenos.

Además, la espirulina tiene un efecto antiviral, antibacteriano y antifúngico, que ayuda a prevenir y tratar diversas enfermedades, como el herpes, la candidiasis, el VIH o la tuberculosis.

Cuida la salud ocular

La espirulina contiene vitamina A, luteína y zeaxantina, que son pigmentos que protegen a la retina del daño causado por la luz ultravioleta y los radicales libres. Estos pigmentos también previenen o retrasan la degeneración macular, una enfermedad que afecta a la visión central y que es una de las principales causas de ceguera en las personas mayores.

Como puedes ver, la espirulina tiene muchos beneficios para la salud que la convierten en un complemento ideal para tu dieta. Puedes consumirla en forma de polvo o de cápsulas, siguiendo las indicaciones del fabricante o de tu médico.

Fuente: glamour

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