El síndrome de la mama fantasma, una extraña y a veces incómoda sensación experimentada por algunas mujeres después de someterse a una mastectomía por cáncer de mama.

Puede manifestarse con dolor y sensaciones en la zona donde solían estar los senos, como picazón, hormigueo o la sensación de tener aún un seno, a pesar de su extirpación.

Por lo general, estos síntomas comienzan en el primer año después de la mastectomía y disminuyen en notoriedad después de dos años, pero pueden contribuir a complicaciones secundarias, como la reducción del rango de movimiento en el brazo.

¿Qué es el síndrome de la mama fantasma?

El síndrome de la mama fantasma es una secuela inesperada y a largo plazo del tratamiento del cáncer de mama que afecta a hasta el 90% de las mujeres sobrevivientes.

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La intensidad de los síntomas varía, pero puede incluir manifestaciones en áreas como la axila, la cicatriz quirúrgica y la parte interna del brazo, con dolor persistente más allá del periodo normal de molestias posquirúrgicas.

No todas las mujeres experimentan el síndrome

No todas las mujeres que se someten a una mastectomía experimentan este síndrome, pero aquellas que tenían dolor de seno antes de la cirugía tienen el doble de probabilidades de padecerlo.

El tratamiento puede incluir técnicas de manejo del dolor, terapia física o terapia ocupacional, y el apoyo emocional es fundamental para abordar la pérdida de los senos y las sensaciones residuales.

Profesionales de la salud pueden ofrecer orientación y apoyo para ayudar a superar los desafíos asociados con el síndrome del seno fantasma.

Fuente: WeConsulta