La dependencia emocional de padres a hijos es una relación tóxica que puede superarse haciendo consciente que los hijos necesitan desarrollarse como personas e individuo y hacerse cargo de sí mismo y de sus actos.

En Venezuela cada vez más encontramos hijos adultos contemporáneos que no abandonan el hogar paterno, debido a una serie de factores, entre estos la codepencia emocional entre padres e hijos.

Geraldine Lange, psicoterapeuta, nos habla de cuáles son las causas, las consecuencias y características de la codependencia tóxica entre padres e hijos, y qué hacer para romper y transformar una relación de padres e hijos contraproducente en una más saludable.

La dependencia emocional de padres e hijos en Venezuela

Imagen de Dmitry Rodionov en Pixabay

Lange afirma que la codependencia emocional entre padres en Venezuela está determinada por factores económicos, solo en parte. En este contexto «los hijos tienen que, además, hacerse cargo de los padres porque los padres no tienen una jubilación que les permita independizarse en la vejez», como poder estar solo.

«En Venezuela se está originando este tipo de dinámicas, vamos a llamarlas tóxicas, que es más bien un tipo de codependencia emocional, de codependencia económica y codependencia social»

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¿Cuáles son las causas de la codependencia entre padres e hijos?

Más allá del factor económico, las causas de la dependencia emocional de los padres hacia los hijos hunde sus raíces en ciertos patrones de crianza en la infancia. Explicó Lange, que hay padres que ven a los hijos como un fin:

«Son padres que tienden a tener el pensamiento de que son los dueños de los hijos, y que los hijos tiene un fin, que es complacer todas las necesidades de ellos»

Las consecuencias de la relación tóxica, que están marcada por la dependencia emocional entre padres e hijos tienen consecuencias. Resalta la psicoterapeuta venezolana que estos padres «dejan de lado el desarrollo individual del hijo como adulto«.

La manipulación de padres a hijos

Afirma Lange que detrás del las relaciones de codependencia emocional entre padres e hijos existe la manipulación, que se verbaliza en frases como: «tu me vas a cuidar a mí cuando yo esté viejito, tú tienes que hacer lo que yo te diga para sentirme feliz, yo soy feliz es cuando tú haces lo que yo digo».

De modo que desde pequeños los hijos entran en «un contrato, que no está establecido» que impide que el hijo no pueda hacer su vida por estar a cargo de sus padres.

No obstante, este padre bien puede ser sobreprotector, que «en nombre del cuidado» dificultad el desarrollo evolutivo del niño tanto en su adolescencia, como en la adultes. Haciéndose el hijo dependiente, porque «no aprendió de los errores, no se equivocó y además no desarrolla su personas, su individualidad».

¿Cómo romper la relación tóxica de dependencia emocional entre padres e hijos?

Para romper la codependencia tóxica de los hijos con su padres, debe haber una reflexión profunda e íntima por parte del hijo, Entender que «tu vida es tu vida; no le estás haciendo daño a tus padres» por hacer tu vida; expresó Lange.

«Trabajen en sus propias creencias, porque tienen internalizado las creencias que han venido escuchando, que sus padres les dicen»

Liberarse de la culpa y hacerse cargo de las consecuencia de sus actos es una tarea que deben hacer los hijos dependientes de sus padres.

«Cuando el hijo es así dependiente de unos padres controladores no toman decisiones, ‘es lo que diga mi papá, es lo que diga mi mamá´»

¿Qué pasa cuándo los hijos no se independizan de los padres?

Las consecuencias de los hijos que mantienen una dependencia emocional con los padres, al punto de no independizarse, ni salir del hogar y hacer su vida, comienzan a acentuar la relación tóxica con los padres, expresada en el binomio amor y odio, apuntó la especialista.

«Este hijo va a tener consecuencias emocionales, porque se va a generar un sentimiento de amor-odio hacia los padres; los ama demasiado, pero a la vez tienen una rabia tremenda hacia sus padres, porque se genera mucha frustración. Porque todo lo que quieren hacer en la vida, le adjudican la responsabilidad ‘a que mi papá no me deja, que mi mamá no me deja'»

Los hijos que mantienen una relación de codependencia con los padres, pasa a ser sostén de estos sin darse la oportunidad de crecer como personas e individuos. Al respecto apunta la psicoterapeuta venezolana, Lange:

«Se convierten en hijos muletas, en hijos que todo el tiempo están sosteniendo a los padres, pero no se sostienen a ellos mismos»

La dependencia emocional de los hijo para con sus padres tiene consecuencias en otras facetas de su vida. Aunque la tendencia es que a ellos se les dificultad conseguir pareja, cuando consiguen tener una pareja estable y llevar una vida de pareja, pueden llegar a divorciarse. «Porque no son prioridades ni los hijos, ni la esposa, ni el esposo, porque son prioridad, las necesidades de su familia nuclear».

Concluye Geraldine Lange que en la dependencia emocional de padres e hijos, que hay que entender que los roles de los hijos no es ser compañero eterno, como una esposa o esposo, de los padres, ni sustituto de los «padres de nuestros padres». Sentencia que «no podemos renunciar a nuestra propia vida por hacer feliz a nuestros padres».

A Tu Salud